¿Qué son los temperamentos?
La palabra temperamento proviene del latín temperamentum que significa medida otros autores lo relacionan con la palabra temperare, que expresa el concepto de mezclar.
Se puede definir, por tanto temperamento, como la forma habitual que posee un individuo para relacionarse con su entorno; es decir, en ausencia de estímulos fuertes o constantes.
El temperamento queda en el interior de cada individuo y pueden condicionar su manera de relacionarse con el mundo si no se trabajan.
Los cuatro temperamentos
El conocimiento del hombre individual no se puede restringir a una clasificación. Por lo tanto, y aunque se van a describir los temperamentos aislados y la combinación de ellos en parejas, esto solo debe ser considerado como un arquetipo que puede ayudar, pero que nunca debe limitar la percepción que se puede tener de la persona que se tiene enfrente.
El temperamento melancólico se caracteriza por un exceso de autopercepción, especialmente de aquello doloroso o lo que lleva a la persona a despertar el recuerdo de su sufrimiento.
El temperamento melancólico se caracteriza por un exceso de autopercepción, especialmente de aquello doloroso o lo que lleva a la persona a despertar el recuerdo de su sufrimiento.
El temperamento sanguíneo se caracteriza por vivir en el mundo exterior. Enfocados en lo social tiene, en cambio, mayor dificultad para desarrollar la vida interior. Pueden llegar a crear un personaje que les acabe devorando.
Los coléricos son personas en las que se presentan, de manera simultánea, las mayores capacidades de liderazgo con la posibilidad de ejercerlo de la forma más déspota