Temperamentos y caracteres

Diferencias entre temperamentos y caracteres

En muchas conversaciones no se matiza a la hora de hablar de temperamentos y caracteres a la al describir a una persona. Sin embargo presentan diferencias que vamos a ir describiendo:

Con el temperamento se nace, el carácter se forja

Con el temperamento se nace

El temperamento viene definido desde el nacimiento, aunque se empieza a manifestar en el segundo septenio de vida. Procede de la constitución de la persona y viene determinado por lo biológico.

La capacidad para modificarse son muy reducidas. Mediante el coaching biográfico se pueden realizar dos trabajos:

El primero es el tratar de acompañar a la persona para evitar la unilateralidad de su temperamento. Es decir, que no determine el comportamiento, por más que pueda condicionarlo. Para ello se puede trabajar que la persona esté presente de tal manera que mantenga una conciencia que pueda evitar que su temperamento se le desboque.

Por otra parte, otra posibilidad es tratar de sacar siempre la mejor versión de cualquiera de los temperamentos, es decir, obtener las mejores virtudes y minimizar los defectos. Para ello, siempre es interesante que se conozca a cual de ellos se pertenece.

El carácter se forja

En el caso del carácter, este se manifiesta especialmente en el tercer septenio.

Puede forjarse mediante la educación y las experiencias de la vida. Este es el verbo que define el trabajo que se puede hacer con este elemento del ser humano, ya que no se puede modificar completamente, pero si que se puede pulir o moldear.

Este forjado puede depender de las condiciones sociales y de relación. Y, el primer lugar donde se aprende de lo relacional es la familia. Un niño, por ejemplo, que ve recompensado con la atención de sus padres el que ayude en casa, desarrollará la parte cuidadora, mientras que el hermano pequeño que ve que «esa plaza está ocupada» desarrollará de forma inconsciente otro carácter y será curioso u organizador.

Al no provenir de la constitución biológica, el carácter puede ser controlado mediante aprendizaje y hábitos, por lo que puede ser trabajado desde el coaching. Muchas veces, esta labor consistirá en poder acompañar a que la persona pueda observar y tomar conciencia desde dónde arrancan sus comportamientos para, posteriormente y si así lo desea, poder tratar de modificarlos.

Caracteres que potencian temperamentos

Los caracteres se superponen a los temperamentos. En esta combinación pueden reforzarse o compensarse determinados comportamientos.

Así la conducta de un colérico se verá incrementada por la de un organizador y matizada por un cuidador.

Un melancólico podría desarrollarse hacia un cuidador, pero también hacia un conservador.

Un sanguíneo puede caer en ser un innovador y tener dificultades para terminar lo que ha empezado, o puede desarrollarse como investigador.

Al flemático conviene sacarle de sus eternas investigaciones y de su conservadurismo para dirigirle más hacia la acción y la innovación.

Siempre se puede compensarse cualquiera de las unilateralidades mediante la parte creativa

La personalidad

Una vez que la persona es consciente se puede llegar a desarrollar la personalidad.

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