El Carácter Cuidador
Características del cuidador
Las personas con carácter cuidador tratan de mantener todo tipo de formas de vida. Desde animales y plantas hasta personas desvalidas, niños, ancianos, enfermos, etc..
Aunque no es exclusivo, el carácter cuidador aparece con mayor frecuencia en el género femenino.
Virtudes del carácter cuidador
Su trato acogedor se acompaña de calidez y dulzura. Son sensibles, especialmente al sufrimiento ajeno.
Necesitan de la belleza y la armonía en sus vidas y estas mismas virtudes las imprimen a todas su acciones.
Muchas veces estos «cuidadores» poseen en su anterior etapa de vida un temperamento melancólico habiendo sido capaces de trascenderlo para llegar a un punto de entregarse a los demás.
Riesgos del carácter cuidador
Riesgo de un exceso de autoobservación y atención a si mismos
Su necesidades de belleza y armonía les pueden hacer intolerantes a la falta de estética y a la fealdad. Tienen también un cierto riesgo a la vanidad y presunción como el de una Venus mirándose al espejo.
El mimo que ponen en sus acciones les lleva a ser lentos y procelosos lo que puede enervar a otras personas, especialmente a los organizadores
Posibles desarrollos profesionales
Hacen del cuidado su profesión
Se pueden convertir en jardineros o en agricultores. En este último caso, son trabajadores del campo que ponen un especial cuidado en el desarrollo sano de sus plantas, aquellos que ponen la calidad de su producto por encima de la cantidad producida.
Ese mimo en todo lo que llevan a cabo les hace excelentes cocineros.
Pero donde más cuidadores se encuentran es en las las profesiones de atención a personas: Maestros, enfermeros, asistentes sociales, restauradores, etc...
Acompañados por un pensador pueden llevar a cabo excelentes mediaciones.
En el ámbito sanitario suelen estar en los cuidados, más que en la práctica médica a la que se dedican más los innovadores