El temperamento melancólico

El temperamento melancólico

Características del temperamento melancólico

El temperamento melancólico se caracteriza por un exceso de autopercepción, especialmente de aquello doloroso o lo que lleva a la persona a despertar el recuerdo de su sufrimiento.

Características anímicas, psicológicas del temperamento melancólico

Suelen ser personas dadas a la introspección y al focalizarse en el interior olvidan con facilidad el mundo que les rodea.

Esta autoobservación que les hace constantemente percibir todos los dolores en su cuerpo. Estos lamentos los manifiestan en una queja casi continua. En algunos casos, son auténticos especialistas en su anatomía y describen sus molestias con detalles médicos.

Pueden ser bastante aprensivos y, cuando una idea se les mete en la cabeza, llegan a ser obsesivos lamentando de manera redundante y constante su situación física y emocional.

Suelen ser personas con una alta capacidad sensorial haciendo que perciban impresiones con alta intensidad, esto lleva a que puedan molestarles los ruidos, los malos olores, y otras sensaciones desagradables.

Poseen también una marcada tendencia hacia la nostalgia y se quedan anclados en recuerdos de su infancia o adolescencia pensando que los tiempos buenos ya no volverán.

En lo emocional son poco dados a mostrar sus sentimientos, exceptuando la tristeza que comunican de manera vehemente y constante.

En su comunicación se colocan en la víctima y tratan de despertar la atención de los otros mediante el despertar lástima.

Pueden llegar a culpar a a otros de su «mala situación» y de su sufrimiento, declinando ellos la responsabilidad en lo que les ocurre..

Para comunicarse con otros tratan de despertar lástima, siendo este provocar pena una de sus mejores maneras de tratar de llamar la atención de los otros.

Características físicas

Son personas sedentarias con poca tendencia a la actividad física. Se mueven con pesadez, como desgana y cualquier obstáculo físico les parece algo inabordable. Parecería que sucumben a la fuerza de gravedad, con los hombros caídos, la cabeza agachada y la espalda curvada hacia delante con apariencia de jorobado.

Además esa falta de vitalidad les suele mostrar como poco vigorosos y con la apariencia enclenque. En ciertos casos pueden llegar a parecer enfermos crónicos. Este aspecto de convaleciente les dota de cierta palidez, como si carecieran de una adecuada circulación sanguínea. Esta falta de riego les hace que estén siempre con frío.

Otras denominaciones

Al temperamento melancólico muchas personas lo denominan Tierra.

El perfil Disc que emplean muchas empresas, especialmente, los departamentos de recursos humanos catalogan a este temperamento con el color azul.

Ejemplo de personajes melancólicos

El poeta Lord Byron es el gran poeta romántico que representa este temperamento.

Calimero fue un dibujo animado que era la caracterización por excelencia del melancólico

La novela La montaña mágica de Thomas Mann, refleja un hospital de tuberculosos donde la melancolía de manera literariamente perfectamente definida se hace dueña de estos enfermos.

Acompañar al desarrollo de un melancólico mediante el coaching

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