El Carácter Pensador
El carácter pensador avanza un paso sobre el investigador ya que no solo trata de encontrar las relaciones causales, sino que intenta demostrar una teoría completa.
Características del pensador
Realizan un constructo lógico derivado de su pensamiento estructurado y no tan apoyado en lo empírico. Se acercan más a la filosofía que al microscopio. Relaciona las observaciones que hayan podido hacer otros
Virtudes del carácter pensador
Son capaces de buscar coherencia en los pensamientos, profundizando en ellos y evitando dar juicios a la ligera. Además poseen la habilidad de dar forma a ideas abstractas haciendo que otras personas puedan comprenderlas.
Se pueden convertir en verdaderos sabios si con los años, al cumplir los 50 desarrollan la armonía entre los conocimientos adquiridos y las experiencias vividas.
Pueden alcanzar una ecuanimidad que les hace ser siempre respetuosos con los otros.
Riesgos del carácter pensador
Les cuesta dedicarse a las cosas sencillas del mundo que, en ocasiones, llegan a despreciar. La elaboración de hipótesis solo desde la lógica les puede conducir a desapegarse del mundo.
Esta sabiduría puede llevarles a situarse en un plano de superioridad que le hace parecer orgullosos y arrogantes.
Sus magnanimidad, si no cuidan algunas de sus formas, puede percibirse como displicente. En sus juicios, son capaces de entender mejor aquellas faltas de los otros que proceden de un pensamiento lógico que las que son fruto de impulsos o instintos no lógicos.
Posibles desarrollos profesionales
Las personas que presentan este carácter son grandes eruditos que pueden desarrollar enormes desarrollos filosóficos. Si trabajan su faceta comunicativa se convierten en excelentes profesores.
Se convierten en asesores que pueden ayudar a aquellos que se encuentran en primera línea de acción. También esa capacidad de poder relacionar y valorar les permite desarrollar la carrera de juez.