El melancólico-colérico en el coaching biográfico

El melancólico-colérico

La mezcla de melancólico-colérico es mucho más frecuente de lo que podría pensarse en dos temperamentos tan contrapuestos.

Generalmente suele ser la parte colérica de la persona que sale en rescate de la otra melancólica sumida en la pesadumbre, tratando de aportar el coraje y la energía necesarias para poder salir de esa situación.

Cuando la combinación melancólico-colérico se potencia

Cuando este «rescate» se logra, aparece en el horizonte una persona con energía y con un profundo conocimiento del dolor humano. De esta manera se desarrollan capacidades para conectar con el sufrimiento ajeno, más allá del propio. Pueden así convertirse en hombres y mujeres que con gran arrojo dan su vida por los demás, ya sea yéndose de misiones a países en vías de desarrollo o liderando movimientos de lucha para combatir las injusticias y desigualdades.

Otra de las ventajas de esta mezcla es la capacidad que posee lo melancólico para frenar los impulsos del colérico. Dota el liderazgo propio del lado colérico del conocimiento del sufrimiento algo que le permite ser un líder más empático.

¿Cuándo puede resultar la combinación melancólico-colérico un problema?

Estos dos temperamentos tan contrapuestos tienen dificultades para actuar conjuntamente por lo que lo hacen de manera episódica. El peligro es que al pasar de una polaridad a otra puedan aparecer abruptos bandazos. Estos desorientan a aquellas personas que conviven con los melancoléricos y a ellos mismos no les permiten un desarrollo armónico.

Son personas que viven en los extremos del todo o nada, del blanco o negro, sin grises, del estás conmigo o contra mí. Existe un riesgo, por tanto de caer en la ciclotimia y en casos ya patológicos podría, incluso llevarles a trastornos maníaco-depresivos.

Una imagen para ver la combinación melancólico-colérico

A lo melancólico en muchas corrientes lo comparan con la tierra, mientras que al temperamento colérico lo asemejan con el fuego.

Continuando con esta imagen la tierra puede llegar a apagar al fuego, pero una buena combinación de ambos aspectos puede dar el barro cocido, tan útil y duro.

Acompañar al melancólico-colérico

Puedes leer:

Como acompañar desde el coaching a un melancólico

Como acompañar desde el coaching a un colérico

Se puede ayudar en esta combinación a que el rescate de la parte colérica de lo melancólico se haga desde el cuidado. Que el enfado y la rabia que les permita salir de una situación de ensimismamiento no acabe apoderándose de toda la personalidad. Además si estos arrebatos de ira afectaran a las personas que cercanas, su parte más melancólica se sentiría culpable y víctima de su hacerlo de esa manera y alimentaría su sufrimiento.

En el caso de los niños, la mejor manera de acompañarlos es favoreciendo que encuentren a una persona con la autoridad que le otorga la vida por haber superado situaciones de gran dolor.

Es conveniente no descuidar a ese niño interior melancólico que siempre va a quedar dentro y dotarle de maneras para expresar de manera sana y armónica ese abatimiento. Un medio ideal para hacerlo será el arte, ya sea lo plástico o que lea y escriba, especialmente poesía.

Si quieres saber más sobre los temperamentos puedes encontrarlo aquí

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