Primer paso: Reconocer y describir un problema
El primer paso para tratar de afrontar una crisis de los doce inspirados por los descritos por Julian Sleigh es el de reconocer y describir el problema que ha originado la crisis.
Reconocer el problema
Se debe admitir que existe un problema. Es decir evitar la primera fase de negación.
Describir el problema
La mejor manera de poder abordarlo es la de describirlo, tratando en todo momento de ser honesto.
Para ello, se le puede contar a una persona, un amigo o, de forma ideal un coach que podrá acompaña mediante escucha empática. Además un profesional puede sostener en los momentos difíciles.
Separar hechos de sentimientos
Se tratará de hacer una descripción buscando la mayor objetividad posible, para lo que se separaran los hechos de cualquier valoración.
Los sentimientos que pueda provocar el problema deberán ser reconocidos y explicitados, porque forman parte del problema. Y, además, pueden ser trabajados desde el punto de la inteligencia emocional
Evitar los juicios
En la narración de los hechos se deben evitar en todo momento los juicios. Tanto los que haga uno mismo como todos los que puedan hacer el resto de las personas.
Observar tras haberlo contado
Si se ha escrito el problema se podrá tener un documento que refleje el como se ha vivido toda la situación.
Si se trabaja con un coach este podrá reflejar todo lo que se ha contado de una forma que permita tomar conciencia de lo que se ha contado. Tras haberlo escuchado, muchas personas se dan cuenta de que se ha alterado o dulcificado el relato de una forma más o menos intencionada. Esto puede tener su origen en que no se soporta la situación o que todavía se está negando.
Siguientes pasos
2. Centrarse en las causas de la crisis
4. Buscar que puedo aprender de esta crisis