Las fases de una crisis personal

Una crisis personal posee varias fases independientemente de la causa detonante que la haya originado. Así da igual que venga causada por una pérdida afectiva, una ruina económica, una enfermedad o cualquier otro motivo, siempre se dan estas fases arquetípicas.

Evidentemente no siempre se dan todas en todo su esplendor. Bien se solapan se funden una en otra o se va de una a otra.

El conocerlas, aunque sea de manera somera, permite tener un mapa de por donde se está en este camino sin brújula.

1. La negación

En un primer momento existe una fase de negación de la realidad:

Aquello no puede estar pasándome a mí

El médico se ha equivocado

Esta reestructuración de la plantilla no me va afectar.

La negociación

Uno de los posibles caminos de esta negación pasa por la negociación.

Bueno, puede que tenga un tumor, pero seguro que es benigno, además tengo una gran resistencia.

Mi pareja ma ha dejado, pero seguro que podemos quedar como «amigos especiales«

A lo mejor si les propongo reducirme la jornada laboral me quedo en la empresa.

Negación y negociación pueden tener una duración variable, desde horas hasta semanas o meses.

Hombres y mujeres lo viven de manera similar pero no idéntica, pudiendo ser en los primeros más prolongada esta fase.

2. La fase aguda de la crisis

Confusión y desborde

Cuando ya no se puede negar más la irrupción de la crisis, aparece esta superándole a uno llevándole a una situación de confusión mental.

Esto hace que se pierda la claridad en el pensar, que la voluntad se pueda paralizar y que el acúmulo de emociones se agolpe impidiendo el poder procesarlas.

Toda la vida se remite al problema que originó esta crisis, pareciendo que no existiera más que eso.

Aparece el miedo, la angustia y la sensación de que no tengo el control de mi vida.

Recaídas a la fase anterior

En algunos de los momentos de angustia como una reacción también incontrolable, la persona vuelve a decirse aquello de esto no es posible, no me está pasando de verdad.

Síntomas corporales

Pueden llegar a manifestarse síntomas corporales, como, por ejemplo, dolores de estómago u otros trastornos digestivos, sensación de opresión en el pecho, taquicardias, etc. Incluso, puede llegarse a desarrollarse una verdadera enfermedad.

3. Primeros intentos de salida de la crisis personal

Esta fase llega en el momento en que aparece, de nuevo, un cierto pensar que ya no está totalmente teñido de la emoción. También aparece la voluntad que hasta entonces estaba paralizada.

Es el primer momento en el que uno trata de orientarse.

Este momento lo viven hombres y mujeres de una forma algo distinta. Mientras ellas recurren a sus red de contacto y tratan de salir adelante compartiendo su dolor, ellos tratan de buscar informaciones objetivas por Internet que les aporten claves de como salir adelante.

Es este el periodo en el que se puede comenzar a buscar una ayuda profesional como un acompañamiento o un coaching.

4. Resolución de la crisis

Si se ha desarrollado positivamente la fase anterior de manera completa se llega a un cuarto periodo que es la verdadera resolución de la crisis con una reorientación de la vida.

Sea cual sea la resolución de la crisis, lo que está claro es que el que entró no es el mismo que sale de ella.

Encontrarle sentido a la crisis

Puede que no sea en ese momento, sino que se requiera más, pero con el tiempo mirando para atrás seguro que se puede entender el porqué y sobre todo el para qué. Desde luego, transcurrido un periodo se podrá observar todo lo que ha traído la bendita crisis.

Deja un comentario

error: Content is protected !!
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad