Desordenes en el sistema familiar
En este artículo se van a presentar los posibles desordenes en el sistema familiar, como la triangulación, la parentificación o la de asumir responsabilidades de otros.
La triangulación en la familia
Este desorden aparece cuando alguien ocupa un lugar superior al que le pertenece por orden. Un hijo que hace de pareja de uno de sus progenitores, o que se instala en el lugar del hermano mayor sin serlo.
Lo primero puede ocurrir cuando los padres no poseen una relación de pareja que cubra sus necesidades afectivas. Así uno de los hijos decide asumir, de forma generalmente inconsciente, el papel de pareja de su padre o madre.
Los hijos, las hijas de la madre
Son aquellos niños y niñas que asumen que consagrarán toda su vida a que a su madre no le falte de nada. Al crecer este niño desarrollará un carácter cuidador que puede llevarle a querer salvar el mundo, especialmente a las mujeres.
Este patrón aparece en el caso de parejas maltratadas que empujan a sus hijos a rescatarlos de esa situación de violencia.
Las hijas, los hijos del padre
Son niños que asumen el papel organizador de la madre por la ausencia real o sentida de ésta. Se convierten en organizadores, carácter que mantendrán a lo largo de su vida.
Usurpar la posición del hermano mayor
En muchas empresas familiares el hermano menor dirige la empresa por tener más capacidad o por haberse preparado para ello más que su hermano o hermanos mayores. Pero puede ocurrir que el segundo o menor tenga más capacidades. En estos casos se deben tener en cuenta y ponerse de manifiesto que existen dos tipos de órdenes.
Muchas veces, el solo hecho de que se vea la existencia de dos jerarquías diferentes, siendo ambas legítimas puede favorecer la armonía. Siempre deberá separarse en el caso de estas empresas lo que es la vida familiar, que seguirá el orden natural de la organización que podrá seguir un escalafón de méritos.
Manera de acompañar la triangulación
Acompañar desde el coaching una triangulación debe llevar a la persona a restaurar el vínculo que tenga con el progenitor cuyo rol ha sustituido. Algo que se puede realizar mediante una conversación si esta es posible, y si no mediante una carta con algún tipo de ritual que permita cerrar ese proceso abierto.
La parentificación
Ivan Boszormenyi-Nagy describió esta parentificación como un pago incorrecto a las deudas que uno puede sentir hacia sus padres que le dieron la vida y que desde su nacimiento se volcaron en todos sus cuidados.
La manera de poder compensar esa «lealtad familiar” con los padres es repetir ese mismo trato de cuidado recibido con los hijos que uno tenga o vaya a tener. Es decir, convertirlo en un pago transgeneracional. Lo cual no impide, cuando nuestros padres alcancen la ancianidad les acompañemos y les ayudemos a vivir esos últimos años e, incluso su tránsito.
¿En qué consiste la parentificación ?
Parentificar consiste en comportarse como padre o madre de uno o de los dos progenitores, proceder como su propio abuelo. Suele ser un acto inconsciente de amor ciego.
Muchas veces la persona tras haber sabido más que su madre, permanece en esa creencia, pensando que siempre sabe más que su jefe y empieza a tener problema para el trabajo con su equipo y con las posibles jerarquías que se encuentre en su vida laboral.
Manera de acompañar la parentificación
Mediante el coaching, se les puede ayudar a tomar conciencia de este hecho en su familia y que traslada al resto de su vida. Este suele ser un paso para que la persona ocupe su verdadero lugar y no quiera ser jefe de su jefe.
Asumir las responsabilidades de otros
Por sentir que otros padres o hermanos mayores han desatendido sus responsabilidades en la familia podemos asumirlas nosotros. Esta asunción se arrastra a otros ámbitos de la vida y puede conllevar un perfeccionismo excesivo o una adicción al trabajo.
Otra posibilidad de asumir las responsabilidades de otros es si acompañando a una persona en su tránsito, esta comenta con cierto dolor algo que le quedó por hacer. Este deseo incumplido se puede ver incrustado en el corazón de uno y convertirse en un mandato de tanta intensidad que domina toda la vida.
Manera de acompañar esta sobrecarga de responsabilidades ajenas
En ocasiones el haber portado cargas que no le corresponden le puede acarrear a la persona, incluso dolores de espalda. Desde el coaching, se les acompaña a soltar y pensar en por quien o quienes han portado ese peso.