Tiempo de transformación
El séptimo septenio resulta un tiempo de ordenar el mundo interno y de eliminar lo que ya no se necesita para este viaje de la vida. Lo que se había acumulado y que ahora resulta inútil.
Paradójicamente a la edad de entre 42 y 49 años se tiene más energía interior y capacidad de emprendimiento que en la etapa de 35 a 42 años. Existe un renacer que parecería que da la razón a aquellos que dicen la vida comienza a los cuarenta.
Es como si ahora se pudieran tomar las decisiones que responden a las cuestiones que aparecieron hacia los cuarenta años.
Jung definió este período como el momento para liberarse del exceso de sumisión al yo inferior
Aparece un nuevo elemento de cognición, la intuición, la persona no sabe porqué pero posee una manera de entrar en contacto con algo que reconoce como cierto, es la voz interna.
También existe un cierto distanciamiento de los problemas cotidianos que dejan de importar tanto.
Apertura a lo trascendente
Pareciera que esas fuerzas que han abandonado al cuerpo y que le llevaran hacia un cierto declinar pudieran aparecer ahora en otros ámbitos, como es el de la profundidad, trascendencia, etc.
Se abre la posibilidad de reinventarse en la vida. Y aparece con mucha fuerza durante este periodo una voz interna. Esta ya no es tanto en clave de preguntas, como en el septenio anterior, sino en afirmaciones sutiles que pueden ser tenidas en cuenta o no
Este desarrollo personal lleva al individuo,cuando opta por ello, a abrirse a nuevas realidades a la par que se cierra a lo más cotidiano del día a día. Algo que puede llevar a la reclamación de muchas parejas que dicen «le veo mucho abierto a nuevas cosas fuera, a la vez que en casa se muestra cada vez más cerrado.
Características de la apertura a lo trascendente a partir del séptimo septenio de vida
Aprendizaje y transformaciones
La persona que ha decidido abrirse a su mundo interno en este séptimo septenio puede experimentar una serie de transformaciones.
Siempre que se describe en biografía existe el peligro de querer mostrar con detalle diseccionando como un científico algo que escapa a toda categorización. Ya que en palabras de Rudolf Steiner «Cada ser humano es una especie en sí misma».
Aún asumiendo ese riesgo se puede describir:
Desarrollo y autoconocimiento
La persona empieza a hacer un verdadero trabajo de autoconocimiento. Esto hace que no solo admita lo que encuentra de positivo, sino que asuma sus sombras sin culpas.
A partir de lo que va descubriendo puede ver lo que le ha movido hasta ahora. Puede observar los miedos y los comportamientos inconscientes que le han acompañado,
Una de las transiciones más importantes es cuando la persona deja de preguntarse el por qué de los acontecimientos biográficos, especialmente de los que han sido más difíciles de asumir, para sustituirlo por un para qué.
Sentido de la vida
Ese «para qué» le lleva a plantearse el sentido de la vida y desde ahí pueden aparecer frutos de ello en las opciones de vida que se manifiestan en esta época de la biografía.
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