Por supuesto, que existen muchos casos, y cada día más en los que la biografía se extiende más allá de los 63 años. Si no está tan descrita como en la etapas anteriores se debe a que ya no se puede describir de una manera tan general, puesto que ya influye y cuenta con un gran peso la individualidad de cada ser humano.
A partir de los 71 años la vida es un regalo
El sol tarda 25920 años, en recorrer todo el zodiaco. Es decir, que al dividir ese círculo en 360º, se obtiene la cifra de 72. Es decir que en ese tiempo el sol se desplaza un grado en su recorrido por el zodiaco.
25920 días equivalen a poco más de 71 años, por lo que a esa edad era la que en la antigüedad consideraron edad patriarcal, en la que ya se había desarrollado plenamente.
Si se establece que la media de respiraciones del ser humano es de 18 por minuto, se puede observar que esta cifra (25920) equivale al número de respiraciones por minuto.
Más allá de coincidencias, se puede rescatar lo que los clásicos consideraban que era haber cumplido con las expectativas de la vida, siendo el resto un regalo para el desarrollo.
Ya se han alcanzado certezas de aquello que se quiere y, sobre todo, de aquello que no se quiere.
Es el tiempo de gracia y de cosechar aquello que se ha sembrado a lo largo de todo el proceso.
Por eso, es tan importante que se haya plantado a lo largo de la vida buenas semillas y se haya podido acompañar a otras personas en su desarrollo. Porque si este no es el caso la cosecha será escasa y aparecerá el vacío existencial y las temidas depresiones.
Fin de la etapa profesional
En torno a los 65 años, dependiendo de la legislación de cada país y de cada profesión se cierra la etapa profesional.
De forma análoga a los dos primeros septenios de vida uno no necesita trabajar para obtener una renta.
Algunos esperan con júbilo el merecido tiempo de descanso, para otros esto supone un vacío en su existencia que no saben como llenar.
Prepararlo adecuadamente
En esta transición de dejar el trabajo uno debe dejar atrás determinados hábitos, aquellos que le fueron útiles en lo profesional, pero también la manera de relacionarse con el mundo.
Por eso resulta imprescindible que se prepare la jubilación con tiempo y adecuadamente. Deben haberse desarrollado planes para que al cumplir la edad de jubilación uno pueda comenzar de manera inmediata, con el fin de que no exista una brecha insalvable.
No ha de ser un tiempo de retracción, sino de expansión
Si se planifica con tiempo se pueden encontrar actividades que requieran la paciencia, la eficacia, la sabiduría y la templanza de esa edad.
Es un momento de la vida en la que parece que se revisa. La perspectiva ya no solo es mirando hacia lo acontecido, sino que, también aparece la pregunta de que se llevará uno cuando atraviese el portal de la muerte. Si la perosna está atenta puede tomar la conciencia de aquello que
Nuevas creatividades
El final de las responsabilidades profesionales unido a la toma de conciencia de la vida como un regalo pueden traducirse en una inusitada creatividad. Este se llena de libertad y aparecen algunas personas septua y octogenarias con capacidades artísticas más allá de las normas establecidas. Tiziano pintó hasta casi los 100 años y Goethe escribió su Fausto a los 82 años.