En la actual realidad de despertar de conciencia en el mundo, cada vez son más personas las que tratan de descubrir su vocación, dar cumplimiento a su misión y convertir ambas en una profesión.
Vocación, misión y profesión
De cara a poder trabajar estas tres dimensiones lo primero es poder diferenciarlas para, a partir de descubrir sus diferencias, poder integrarlas en algo superior, el sentido de la propia biografía.
En coachingbiografico.es las vamos a describir de la siguiente manera:
Vocación
La palabra Vocación proviene del latín vocare que significa llamado y se entiende como el llamado hacia un determinado fin o destino.
Su empleo se ha atribuido al ámbito religioso, pero toda persona posee una vocación.
¿Cómo descubrir la vocación propia?
Es una llamada algo inconcreta y amplia. La manera de poder identificarla es tratando de encontrar aquello que nos duele. Hay personas que sufren por la injusticia social, mientras que otros padecen con lo que se está haciendo a la infancia, hacia el planeta o sienten el dolor físico y moral de la enfermedad.
Al sentir esa conmoción interna todavía no se sabe como concretarla, pero se descubre la certeza de que aquello tiene que ver con uno mismo. Hay muchas situaciones que generan dolor en el mundo, pero se puede llegar a escuchar la voz interna que dice «a mi me atañe, especialmente este dolor concreto».
Descubrir a que estoy siendo apelado
Se debe tener la conciencia despierta, dado que este dolor puede ser sofocado mediante recompensas inmediatas, dinero, éxitos profesionales, conquistas amorosas, etc.. Pero, en el fondo ese vacío, ese hueco, siempre queda dentro y si en algún momento de la vida no se le hace caso puede que desencadene una crisis mayor que tratará de poner de manifiesto ese llamado hacia el propósito superior.
Misión
Tras este primer momento de momento de dirigir la mirada hacia el mundo e identificar aquello que me duele se dirigen los ojos hacia dentro. Como un girar la propia cámara de fotos:
¿Cómo descubrir la misión propia?
Hay una serie de preguntas que pueden aclarar este paso
¿Cuáles son las capacidades que poseo?
¿Qué me gusta hacer?
¿En qué soy realmente bueno?
¿Qué aporto yo al mundo que nadie hace de una forma tan bella como yo?
¿Qué verdad descubro en mi interior que puedo abrir al mundo?
¿Qué es aquello que puedo dar y que, aunque lo dé generosamente, siempre me quedo lleno?
A veces, se necesita un tiempo porque no siempre es fácil identificar la relación entre capacidades propias y los diferentes dolores de la humanidad.
Alguien dotado para el deporte, con talento para el arte, con capacidad para la gestión económica o con una aptitud para los negocios habrá de descubrir como poder ponerlo al servicio de su vocación.
Profesión
El ser humano tiene el mundo para desarrollarse, pero también cuenta con unas necesidades que cubrir como bien definió Maslow en su famosa pirámide. Los escalones inferiores de ella, necesidades fisiológicas y de seguridad requieren en parte del dinero y de bienes materiales para ser satisfechas.
Además, no se puede transformar aquello a lo que no se pertenece; por lo que para llevar a cabo la misión en cumplimiento de la vocación requiere de una concreción determinada como es la profesión.
¿Cómo descubrir mi profesión?
Esta profesión nos da la clavé del cómo. Y, aquí es donde se concreta. Para llegar a ella se debe uno formular la pregunta de como hacer sostenible de una manera práctica la vocación y la misión antes descubiertas.
Esto requiere del esfuerzo de hallar no solo lo que el mundo necesita, sino también de cómo lo necesita para que pueda ser sostenible también desde un ámbito material. Algo que ha desarrollado el IKIGAI japonés.
Toda profesión puede responder a la misión y vocación
Por supuesto, que existen caminos más sencillos. Una persona con una vocación sanitaria puede encontrar en su profesión un cumplimiento directo de su vocación.
Pero existen casos en que la profesión parece alejarse de la misión de vida. En esos caso se ha de prestar atención a que no choque frontalmente. Puede ser difícil sentir el dolor de la degradación ecológica del planeta y trabajar en una empresa que contribuya a contaminarlo directamente. Esta incongruencia no debe ser valorada desde un ámbito moral que no toca ser valorada desde el coaching que no emite juicios, sino desde el desgarro personal que le puede producir a la persona en su interior.
Es verdad, que cualquier profesión puede ser dignificada desde llevarla a cabo con conciencia y humanidad. Taxistas, basureros, panaderos agricultores, funcionarios, y hasta políticos o banqueros son necesarios en el mundo actual. Si ellos realizan su función de una manera humana permitirán que todos puedan realizar también las suyas. Solo desde la idea de la fraternidad de que otros hacen por mi lo que uno mismo no puede realizar se puede avanzar en la sociedad humana actual.
Además, existen muchas personas que realizan un trabajo remunerado en el que no pueden resonar con su misión. Sin embargo, pueden hallar su vocación la en tarea que realizan como padres, cuidadores de enfermos, o voluntarios de ONGs; acciones todas ellas que palían muchos dolores en el mundo.
Conclusión
La biografía personal nos es algo que venga escrito, es algo que se construye desde el encuentro con el Yo profundo de cada uno.
En este camino de concretar la vocación y en el paso de convertirlo en profesión no existen modelos o patrones. Es cada uno el que, desde la más profunda de las libertades, ha de ir escribiendo su propia vida. Entendiendo la libertad como el desatarse de aquello que nos permite de verdad llevar a cabo nuestra misión.
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