Las preguntas son las herramientas principales del coaching.

El coach realiza preguntas y el cliente va encontrando las respuestas dentro de él.

Es importante recalcar que la función de las preguntas no es aclarar al coach, sino a que la persona vaya descubriendo y abriéndose posibilidades.

¿Cómo deben ser las preguntas del coaching?

Conviene que sean abiertas, es decir, que no lleven una respuesta implícita y que inviten a la reflexión, trascendiendo las respuestas de un simple o no.

También deben llevar la mirada hacia delante, hacia la finalidad de lo que está ocurriendo, más que mirar hacia atrás, hacia el origen. El mirar hacia atrás muchas veces empuja hacia la justificación.

Se dice cuando se pregunta ¿Por qué? que el por qué no trae más que porquerías.

Tipos de preguntas

Preguntas que le ayuden a conectar con su fuerza interior

La persona en crisis en muchas ocasiones ignora que cuenta con más recursos de los que cree.

Con el fin de que tome conciencia de ello es muy útil que el coach identifique logros e hitos que esta haya conseguido a lo largo de su biografía.

Las preguntas pueden ser del tipo ¿Cómo ha logrado el trabajo/los estudios que ha obtenido a lo largo de su vida? o ¿Como se ha mantenido en forma y sano a lo largo de estos años?

Preguntas para responsabilizar a la persona

Existen casos en los que la persona vive su situación como una losa ante la cual poco puede hacer Al describir esta situación emplea sustantivos sufro por una mala una comunicación con mi pareja» como si ella no tuviera nada de responsabilidad en esta relación y se viera solo abocada a padecerla o sufrirla. Por esa esa mala comunicación ha de ser desafiada preguntando a qué te refieres con mala comunicación. Y buscar la mayor o menor responsabilidad en esa mala comunicación

Preguntas para desresponsabilizar a la persona

Por el contrario, existen personas que han cruzado la tenue frontera entre la responsabilidad y la culpa, en ese caso se les puede preguntar si sería capaz de verlo con los ojos de un tercero. ¿Qué opinaría la persona que está sentada detrás?

Preguntas sobre los juicios

Pueden llegar hasta un proceso de coaching individuos que en su comunicación abusan de los adjetivos, elevando estos a características intrínsecas más allá de lo que podría resultar algo simplemente descriptivo. Resulta interesante desafiar esas narrativas, inquiriendo sobre los hechos que le han llevado a esa aseveración en tal grado de rotundidad. Las pregunta a formular sería, si siempre ha sido así, o si existen excepciones, abriendo posibles brechas que lleven a mirar la situación desde una nueva perspectiva.

Preguntas sobre el contexto

Nada de lo que existe lo hace fuera de un marco, aunque al contarlo, frecuentemente se deja fuera, bien de manera voluntaria o inconsciente.

Preguntar qué es lo que ocurre en ese contexto en el momento que el coachee percibe el problema puede aportarle datos que le permitan abrir posibilidades de comprensión de su realidad. También puede ser interesante cuestionarle si aquello que está narrando le ocurre solo circunscrito a ese contexto o se encuentra con esa intensidad u otra en más ámbitos. Con ello se puede abrir el foco de las posibilidades de cambio al haber abierto posibilidades de que el cliente tome una conciencia nueva.

Preguntas con datos que abren la conciencia

Una persona, es un caso real, que se ha apuntado a unas sesiones de coaching porque quiere adelgazar, pero que no encuentra suficiente motivación para poder llevar a cabo un régimen dietético comenta:

«En los tres últimos años he ganado dos kilos y medio cada año»

Si se le pregunta mediante la escala que ella misma ha aportado pero con todo el respeto, cariño y acogiendo el momento que está pasando:

«¿Te has dado cuenta que si continúas así en los próximos diez años pesarás 25 kilos más que ahora?»

Es muy probable que la persona encuentre un fuerte punto de apoyo para cambiar sus comportamientos y empiece encontrar la motivación que le faltaba para lograr emprender ese régimen que no lograba.

Puedes encontrar más tipos de preguntas en la segunda parte de este artículo.

Preguntas orientadas a la solución

Estas preguntas se deben manejar siempre con mucho cuidado. pero resultan una manera de llevar la conversación hacia un contexto más positivo, pudiendo el cliente orientarse hacia los recursos de los que dispone y con los que ya ha contado en alguna ocasión.

Se puede indagar por las personas que le pueden ayudar en este trance, por las capacidades de las que el cliente dispone y que le han resultado en otros momentos muy valiosas. También se puede mirar cuales han de ser las circunstancias que el cliente puede crear para que el problema entre en una nueva fase.

Preguntar por las excepciones

Muchas veces un cliente se encuentra tan obsesionado con su problema, que apenas, encuentra otros momentos en los que esa dificultad con la que se está topando no ha estado presente en similares circunstancias. Indagarlo e invitar al cliente a que tome conciencia de ello puede ayudarle a este a conectar con momentos donde ha puesto en juego recursos de los que hoy cree carecer y que pueda cambiar de perspectiva.

Sería del tipo de ¿Hubo momentos en que esto no ha ocurrido? ¿Qué era diferente en ese momento? ¿Que se hizo de otra manera?

Apenas estos han sido unos ejemplos, porque el misterio no está tanto en hallar la pregunta clave, sino en que la persona se sienta acompañada y escuchada, siendo esto lo que posibilita la salida de la crisis de la persona.

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