La rutina aleja a la consciencia
Cuando en la vida de uno predomina la rutina, puede empezar a notarse que las cosas ya han quedado establecidas domo definitivas apareciendo una especie de rigidez.
La persona siente en ese conjunto de costumbres una aparente seguridad interior, sin darse cuenta de que muchas de sus acciones ya no están determinadas por sus pensamientos ni por sus intenciones profundas ni siquiera equilibradas por sus sentimientos.
Cualquiera sabe lo difícil que puede llegar a ser cambiar un hábito que se lleva a cabo de manera inconsciente. El problema es que a veces estas costumbres son dañinas para uno mismo o lesionan la paz o la libertad de los otros.
La inconsciencia genera sombras
Estos comportamientos involuntarios y no premeditados toman muchas veces el control de nuestra vida constituyéndose en lo que Carl Jung llamó el doble o sombra de la persona.
Con frecuencia este doble se alimenta más de las omisiones que de las acciones del individuo.
La mejor manera de mantenerlo a raya es actuando del ser esencial, propio de la persona, desde su Yo. Esto requiere tomar conciencia de lo que está viviendo en cada momento, tratando de vivirlo como una novedad, por más veces que se haya repetido ya una infinidad de veces. También resulta necesario percibir lo que a uno le rodea.
Otro origen de esta doble se puede encontrar en las creencias y mandatos que la persona ha asumido
La crisis romper con la rutina
El enfrentamiento con ese doble y el hecho de volver a retomar las riendas de la vida suele requerir de un dolor o de una situación de ruptura que se concretan y concentran en las crisis.
Siendo la a crisis de los cuarenta o midlife crisis el mejor ejemplo de ello. En ese momento el individuo se enfrenta a la pregunta de si aquello que hace de manera inconsciente y rutinaria responde a lo que piensa, siente y desea realmente.
Dejarse acompañar para alejar las sombras
Poder contemplar cómo las ataduras de las costumbres y rutinas impiden el desarrollo personal puede requerir de alguna persona que lo refleje. Por eso, un coach puede ser de ayuda, y si además trabaja la biografía podrá iluminar los diferentes momentos vitales en los que esto ocurre.