La rutina aleja a la consciencia, algo que genera lo que Jung denominó la sombra de cada persona. La única manera de alejarla es trabajar con la parte más esencial y profunda de la persona. Esta transición entre la parte oscura y la más luminosa e identitaria del individuo suele venir mediada por una crisis vital
Carl Gustav Jung :Sobre la vida y los acontecimientos desagradables que si los niegas te someten y te liberas cuando los aceptas.