Las alegrías son regalos del destino que muestran su valor en el presente. Los sufrimientos y dolores son, en cambio, fuentes de conocimiento que se mostrarán en el futuro en todo su esplendor.

Rudolf Steiner

Las crisis como una oportunidad

Las crisis que ocurren en la vida son una oportunidad, necesarias para crecer. En chino la palabra crisis se traduce como 危机 (Wei Ji) y está formada por dos caracteres. El primero es Wei, que significa peligro y el segundo es Ji, que significa oportunidad.

¿Por qué son necesarias las crisis?

Siempre nos sacan del «vivir en modo automático» y permiten superar la resistencia al cambio. En pocos lugares se expresa de una manera tan manifiesta el Yo como en el caos.

El desencadenante de una crisis puede ser más o menos impactante. Puede que incluso nos pase desapercibido y solo nos fijemos en sus efectos ya en plena crisis. Sin embargo suelen ser oportunidades para poder colocar algo que se encontraba descolocado dentro de nuestra vida.

Desde esta perspectiva de contemplar la vida en su globalidad, las crisis pueden resultar, no tanto consecuencias de hechos externos como una pérdida, ya sea de un ser querido (por fallecimiento o ruptura), de la salud, de un trabajo, etc; sino la causa para operar algún cambio que, por lo que sea, ofrece ciertas resistencias. Es decir, podemos afrontar una crisis mirando más al futuro que al pasado

Existen diferentes tipos de crisis a lo largo de la vida:

Crisis biográficas

Existen momentos en la vida en que la persona se confronta con determinadas preguntas existenciales.

Sin que sean las únicas y solo a manera de indicar aquellas de mayor frecuencia

Adolescencia

Todo adulto sabe que la adolescencia resulta un duro momento en que el o la joven comienza a plantearse su identidad más allá de lo que ha aprendido o de lo que le ha venido dado por parte de su familia de origen Es posiblemente la crisis vital más conocida y sobre la que más se ha escrito. Suele resultar muy incómoda para aquellos que conviven con esa persona, aunque la vivencia de incertidumbre resulta todavía más dura para aquel que la está enfrentando.

Crisis de los talentos

En torno a los treinta años muchas personas han logrado un trabajo y una cierta estabilidad familiar, como si la vida les llevara por un camino aparentemente planificado. Pero en muchas personas surge en este momento la pregunta de si realmente están aprovechando de la mejor manera sus capacidades y talentos.

Crisis de vocación

Si la crisis de los talentos no fue tenida demasiado en cuenta o si la persona se dejó arrastrar por la vida las preguntas llegarán a plantearse de nuevo en la biografía.

¿Es esto lo que quiero?

¿Qué espero de la vida?

¿Es esto todo?

¿Para qué estoy aquí?

¿Cómo quiero ser recordado, cuando no esté más aquí?

¿Dónde han quedado mis ideales de juventud?

¿Qué tren o trenes he dejado pasar?

¿Cómo puedo conectar mi trabajo con mi misión en la vida?

Y la más determinante de todas ¿Quién soy, realmente?

A veces, no encontrar respuestas a estas preguntas puede conducir a que se manifiesten circunstancias externas que nos hagan confrontarnos con nuestra propia identidad más allá de como estamos viviendo en estos momentos.

Por supuesto, que existen otro tipo de crisis en la vida, sirvan estas solo de ejemplos. Todas pueden ser trabajadas desde la perspectiva del coaching biográfico.

La jubilación

Para muchas personas el fin de su desarrollo profesional provoca una crisis.

Muchos llegan en una plenitud de sus capacidades físicas y mentales y les resulta complicado tener que abandonar el mundo laboral en esas circunstancias.

Es importante trabajar en el desarrollo de un propósito vital y en desapegarse del rol profesional mucho más reducido que la verdadera personalidad.

Para realizar un trabajo biográfico sobre las crisis personales con nosotros, contáctanos.

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