Despertar a la conciencia

Despertar a la conciencia emergente en un conflicto familiar

Se presentan aquí alguna de las pautas que pueden llegar a ayudar a despertar la conciencia emergente de la que se habló en ese artículo para trabajar un conflicto familiar.

Disminuir la carga emocional

Todo proceso de conciencia se muestra de forma sutil. Esto hace que si existen alteraciones emocionales de alta intensidad estos «susurros» no puedan ser percibidos.

Por tanto, lo primero en un conflicto será disminuir la carga emocional. Tratar de asegurar a todos los miembros de la familia que las necesidades de todos los miembros serán tenidas en cuenta.

Con esa sencilla afirmación todas las personas se calman y pueden empezar a escuchar la conciencia emergente. Para lograr esto se les puede invitar a hablar desde su conciencia individual antes de la exposición objetiva de los hechos.

Descripción objetiva de los hechos

La descripción objetiva de los hechos suele ser la mejor forma de alcanzar cierta tranquilidad. Se puede describir que es lo que ha sucedido y concretarlo de la forma más precisa posible. Una vez hecho esto se podrá tratar de indagar su anclaje en el pasado. Para llevarlo adelante se requiere observar de manera concienzuda todo el recorrido biográfico, pudiendo desde ahí al fijar su trayectoria presuponer su futuro si no se interviene desde un cambio de conciencia.

Abrirse a lo que quiere llegar

Sentir

Eliminar barreras al sentir

Estas suelen constar de orgullo, de pensar que se tiene la razón, que se basan en los prejuicios y en la soberbia.

El sentir pasar del pasado al presente

Se debe abrir el corazón del todo, permitiendo expresar, ya sea a uno mismo, ya sea a los demás en voz en alta aquello que está sintiendo.

Así como los pensamientos tiene que ver con el pasado y la voluntad con el mundo futuro, sentir solo se puede hacer en el presente.

Observar las emociones actuales nos aporta una valiosísima información de como nos encontramos en el momento actual respecto al asunto. En el tema de la familia de origen esto puede resultar de capital importancia, dado que muchos de los problemas enlazan con nuestra infancia. Por eso, existen muchas posibilidades de que despierten a nuestro niño interior dormido y con ello a una serie de dolores, culpas y rabias acumuladas a lo largo de la biografía.

Solo desde el adulto actual podremos hacernos cargo de este tema y las emociones de este momento serán un estupendo termómetro para poder calibrar lo viva que continua esta cuestión en nuestro interior.

Dejarse sorprender

Si con los recursos empleados hasta ahora no se han encontrado las soluciones pueden ponerse en práctica nuevas formas y maneras que permitan adoptar soluciones creativas.

Para hallarlas se debe llegar a ver el conflicto familiar como si se hiciese por primera vez, evitando los prejuicios estereotipados que parecen indicar que mi hermana, como siempre…, que a mi madre nunca…, etc., todos tenemos infinidad de clichés por los que observamos la vida que no nos permiten adoptar nuevas formas.

Para poder observar el conflicto se puede hacer con dinámicas proyectivas pintándolo, representándolo con muñecos, etc. de tal manera que uno se observe desde fuera. Si, además se encuentra acompañado por un coach la situación será mucho mejor.

Escuchar con empatía

Se puede tratar de escuchar a los otros con empatía. Es muy posible que estén hablando desde su voz individual, pero se tratará de captar cuáles son las necesidades no satisfechas que manifiestan e intenta comprenderles.

De esa manera llegará un momento en el que seremos capaces de ver el conflicto con los ojos del otro, aunque esto no nos haga perder nuestra propia perspectiva. En ese instante estaremos ya muy cerca de la resolución del conflicto.

Atender al miedo

Al poder observar la posible solución del conflicto puede que aparezca un nuevo «enemigo» de la voluntad, el miedo. Esta emoción paralizadora tiende a querer dejar todo como estaba. Al mismo tiempo, es interesante poder observar que está cuidando ese miedo. Atendiendo a aquello que quiere proteger dicha emoción aparecerá la posible solución a este desafío. Además desde el momento en que se le da al miedo su lugar, este tiende a desaparecer.

Mirar el cuerpo

Nuestro cuerpo posee un lenguaje interno y que, en muchas ocasiones, conoce antes que nuestra mente nuestra voluntad. Hacerle caso suele ser una buena forma de alinearse con nuestros anhelos. En caso de ir en contra de aquello que expresa nuestro cuerpo de forma prolongada, este se resentirá y con alta probabilidad acabará cayendo enfermo.

Ver a los de fuera de la familia

Siempre que pronunciamos un «nosotros» automáticamente creamos uno o varios «ellos». Por ello, en la familia al crear ese «nosotros» deberemos prestar una especial atención a la idea de que sea lo más inclusivo posible y que no deje a nadie fuera de lo que tengan que pertenecer.

En caso de que, al crear esos límites alguien quedara excluido, se intentará cuidar que no provoque rechazo ni malos sentimientos.

Solo unas pautas

Estas han sido solo unas pequeñas pautas de cómo traer conciencia a cualquier conflicto con una especial mirada hacia los líos de familia.

Desde nuestra experiencia en coaching biográfico, este tipo de enredos están muy presentes en las vidas de las personas y se encuentran detrás de muchos conflictos que aparecen mas tarde en el mundo laboral o en otros espacios.

Si quieres trabajarlo y poner conciencia contacta con nosotros.

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