Relacionarnos emocionalmente con el problema

Relacionarnos emocionalmente con el problema

Relacionarnos emocionalmente con el problema es el segundo paso tras haberlo observado de una forma objetiva.

Al mirar un asunto conflictivo o, aparentemente, irresoluble se pueden sentir tristeza, rabia o miedo tres de las emociones principales.

No siempre resulta fácil diferenciarlas, hacerlo puede resultar muy útil porque encierran mucha información que puede ayudarnos para mediante la imaginación poder resolverlo en el siguiente paso.

Las emociones

Tristeza

La tristeza indica la necesidad de dedicarse un espacio, de recluirse en uno mismo. Normalmente, esto se produce por tener que hacer un duelo, que puede deberse a una pérdida. Puede ser por haber perdido a una persona cercana (ruptura de relaciones o desaparición) o por sentir que algo se ha desvanecido un trabajo, algún bien material, o algo deseado…

Rabia

La rabia es pura energía que aparece al sentir que los límites de uno fueron traspasados. Ante esa interpretación de agresión se puede sentir esta emoción de fuerza para conectar con la fuerza necesaria para salir de esa situación.

Mezcla de tristeza y rabia

En muchas ocasiones ambas emociones se entremezclan o superponen de una manera en las que parece un sándwich. Ante algo que generó tristeza se reacciona con rabia y viceversa.

La pena es una emoción que expresan con mayor facilidad las mujeres, dado que a ellas no las dejaron enfadarse.

Los varones somatizan estas situaciones difíciles mediante la ira ya que la tristeza les fue prohibido mediante aquello de que los niños no lloran.

Observar el cuerpo

Para salir de dudas puede ser de gran utilidad observar el cuerpo, verdadero indicador emocional.

Tristeza

Así la tristeza, según Paul Ekman se expresaría en las esquinas internas de las cejas levantadas y las esquinas de los labios hacia abajo. Además de sentir como nuestros lacrimales se llenan de contenido y se enrojecen nuestros ojos.

Nuestro cuerpo pierde tono muscular y se ve como abatido.

Rabia

En el caso de la rabia los bordes de los labios se meten para adentro, incluso se pueden llegar a apretar.

Párpados suben y en general el cuerpo y la barbilla se echan hacia delante con energía. A veces, los puños se aprietan, incluso el cuerpo se contrae.

Miedo

El miedo indica que no disponemos de los recursos adecuados para enfrentarnos a lo que tenemos delante y, que, por tanto, definiremos como peligro.

Reconocer el miedo en el cuerpo

En el cuerpo se puede notar frío y cierta paralización. El tono de la voz se vuelve más agudo y la boca se extiende hacia los lados..

Los párpados se levantan y las cejas, además, también se juntan.

Siguiente paso

Tras identificar y relacionarse con las emociones el siguiente paso debería ser comenzar a trabajar desde la imaginación.

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